Los valores que queremos transmitir a nuestro alumnado para la mejora de la sociedad están en la base de la escuela que estamos creando:
Una escuela defensora de los valores universales éticos y democráticos y defensora del pluralismo ideológico, el respeto a los demás, la solidaridad, la tolerancia, la libertad.
Teniendo en cuenta la sociedad plural en la que vivimos, la diversidad será un valor de enriquecimiento de nuestra convivencia.
La escuela fomenta el desarrollo de la lengua y cultura vasca.
Dado que todo alumno y alumna tiene derecho al conocimiento de las dos lenguas oficiales desde la escuela nos marcamos como objetivo conseguir alumnado bilingüe, así como el conocimiento del inglés como tercera lengua.
Escuela que apuesta por una convivencia basada en el diálogo, en la prevención y en la resolución pacífica de los conflictos. Trabajaremos el conflicto como un elemento que nos ayuda a crecer como personas, a integrarnos mejor con los demás y a gestionar nuestras emociones. Crearemos un clima de respeto y tranquilidad para toda la comunidad educativa que facilite el trabajo de todos.
Escuela inclusiva, compensadora de desigualdades y equitativa, con igualdad de oportunidades para todos y todas. Pondremos todos los recursos personales al servicio de la detección precoz de necesidades específicas en el alumnado para garantizar una respuesta curricular que le permita el éxito escolar.
Educación integral. La comunidad educativa estimula y potencia el desarrollo integral de todo el alumnado, su identidad personal, psicológica, emocional y social.
Escuela transparente y organizada, basada en la participación y cooperación de todos los sectores: profesorado, familias, personal no docente…, comprometidos, activos tanto a nivel individual como colectivo.
En el proceso de aprendizaje el punto de partida será el alumno-a como protagonista de su propio aprendizaje y teniendo en cuenta los siguientes aspectos metodológicos:
Enseñanza significativa, partiendo de los conocimientos previos, de las vivencias, intereses y realidad del alumno.
Compensación de las desigualdades, organizando los recursos para atender a la diversidad. La escuela reconoce y responde a las distintas necesidades de su alumnado sin distinción de capacidad, raza, género, condición social, cultural.
El educador como mediador, animador y estimulador de la curiosidad del alumno por conocer y entender el mundo que le rodea, fomentando la investigación y despertando la motivación e iniciativa del alumnado.
Enseñanza encaminada a la práctica, a la resolución de problemas.
Importancia del trabajo colaborativo, del trabajo en equipo.
Trabajar para la adquisición de hábitos y técnicas de trabajo.
Metodología abierta y flexible que responda a la demanda de nuestro entorno.
Impulso gradual de la interrelación de las distintas áreas.
Importancia del trabajo en la gestión de las emociones y en la resolución de conflictos creando un clima propicio para el aprendizaje.
Potenciación y sistematización de la evaluación, para mejorar la práctica educativa y el desarrollo global del alumnado.